Después de unas semanas con poca
actividad en el blog, volvemos con nuevas ideas para ir formalizando vuestras
vacaciones de verano.
¿Montaña? ¿Playa?
¿Turismo cultural?
Estas son las
preguntas frecuentes que nos hacemos a la hora de elegir nuestro destino
vacacional, y este domingo comenzamos por un lugar espléndido de playas:
Jávea/Xàbia.
Jávea nos ofrece numerosas playas
y calas en las que podemos optar tanto por arena fina como por playas de
cantos, pero sin dejar de lado una de sus puntos fuertes: aguas cristalinas.La playa más famosa es la playa del Arenal, dicho por su nombre, de arena. Siempre con multitud de gente, escapándose de los cantos blancos que, por que no vamos a decirlo, nos hacen daño en los piececillos.
Pero podemos optar por las
cangrejeras, que nos ayudan a entrar y salir del agua, y que se venden en
cualquier quiosco/todo a un euro.
Con ellas podremos optar a la
playa de la Grava, situada a la derecha del puerto, cuyos cantos hacen que el
agua sea aún más cristalina.
Desde aquí podremos ver al fondo
el paso de lanchas, barcos, el faro, y andar por el paseo marítimo, lleno de
restaurantes en los cuales podremos tomar unas copichuelas en la terraza por la
noche.
Otra zona dentro de Jávea, es la
Punta del Arenal. Antes de llegar a la playa del Arenal, encontramos otra zona,
que a pesar de no ser muy buena para tumbarse (o incluso vivir, porque puedes
resbalarte), se puede bucear, teniendo gran profundidad y pudiendo observar la
fauna marina.
Sin embargo, Jávea tiene numerosas calas repartidas por su geografía, dignas de visitar y bien señalizadas, algunas nudistas:
Cala Ambolo, situada al sur del
Cabo de la Nao, encontramos esta cala nudista. Se debe bajar un caminito
empinado hasta bajar al lugar. Se puede practicar esnorquel, y mucha gente
disfruta tirándose desde lo alto de la isleta de enfrente, la isleta del
descubridor.
Cala Sardinera, antigua zona
sardinera, su acceso se realiza bajando desde el mirador de la Cruz del Portitxol,
dando un pequeño paseo entre la naturaleza.
Cala Granadella, bien indicada
por la carretera que lleva su nombre, se encuentra esta preciosa cala donde se
puede practicar submarinismo, y presenta una pequeña zona para picar algo, así
como tumbonas y sombrillas. Las paredes laterales de roca presentan zonas de
cuevas.
Desde el faro de Jávea, se puede ver el Montgó, así como la ciudad. Las vistas son increíbles al atardecer.