¡Ya hemos vuelto! ¿Qué tal las
vacaciones de verano?
Esperamos que hayáis disfrutado al máximo con vuestros
viajes, pero… ¡La Aventura no ha acabado!
Para comenzar nuestro año escolar-bloggero, os proponemos una
ciudad muy muy muy histórica, Burgos.
Por ella han pasado los primeros europeos y nuestros antepasados,
como el Homo antecessor y el Homo neanderthalensis; y nosotros mismos, Homo sapiens, todos dejando huella en
el yacimiento de Atapuerca.
También grupos prerromanos y romanos, éstos últimos dejando numerosos
asentamientos, entrelazados por sus tan importantes vías de transporte y
comercio.
Condes medievales, como Diego Rodríguez Porcelos, a quien se
le atribuye el levantamiento del Castillo situado en el cerro de San
Miguel, en época de la Reconquista, y desde donde podréis sacar una fantástica
panorámica de la ciudad.
Y reyes medievales, como Fernando I que puso a Burgos como
capital del Reino de Castilla; o como el rey Alfonso VI, quién mandó construir
la Catedral de Santa María, belleza gótica de tradición francesa en sus
inicios (quién también cambió Burgos por Toledo), pero también consta en su
interior con aportaciones del renacimiento y del barroco.
Esta catedral fue
catalogada como Patrimonio de la Humanidad en 1984. La entrada a la Catedral es
un poco cara, pero…merece la pena pagarla, te dan audioguía y por lo menos te
enteras de lo que ves. Uno de los más conocidos tesoros arquitectónicos que
contiene esta catedral es la Escalera Dorada de Diego de Siloé, cuyo estilo es
renacentista, la tumba del Cid Campeador y su esposa Jimena, entre muchos
otros. ¡Por favor! Dentro de la catedral…observad que techos más fascinantes hacen los arcos apuntados de estilo gótico, es una verdadera
pasada.
O Alfonso VIII, quien mandó construir el Monasterio de las
Huelgas y donde dice la tradición que nació Pedro I el Cruel. Destaca no
solo su morfología, sino también sus bellísimos retablos y algunas vidrieras
muy antiguas. Hay que pagar entrada (como para casi todo) pero la entrada te
incluye la visita guiada, y donde esté un guía explicándote lo que estás
viendo…que se quite todo lo demás.
De visita obligatoria es el Monasterio de San Pedro de
Cardeña, no es excesivamente conocido, y es una pena, porque es realmente maravilloso, a pesar de que está declarado Bien de Interés
Cultural, de pronto vas con el coche por una carreterilla y lo divisas a lo
lejos en una llanura, y dices:¡Uy, vamos a ver que es! Y acabar saliendo
maravillada… La visita es bien económica y guiada por uno de los monjes que
habitan en el monasterio, un encanto de hombre, que hablaba excesivamente
bajito, pero la visita fue muy privada ya que solo éramos 2 personas. Y por
último decir que en él aún se lleva a cabo algún oficio en canto gregoriano.
No olvidemos
que Burgos no se queda ahí, también hay muchos lugares interesantes para
visitar en otros pueblos de alrededor de la ciudad. ¿Quieres conocerlos? Pincha aquí.