lunes, 27 de octubre de 2014

Siguiendo en A Coruña

Pues ya hemos llegado al ecuador de nuestro viaje y ¿qué nos queda por ver? la propia ciudad de la Coruña, la dejamos para ver el sábado porqué alguno de los sitios donde queríamos ir la entrada era gratuita y había que aprovechar. Que deciros que no haya que ver en la capital, si para los forofos del futbol se encuentra el Estadio Riazor y enfrente su playa, que la verdad tiene unas dimensiones interesantes para darte un paseo por la orilla bastante chulo y apetecible.

Pero como yo no soy forofa del fútbol vamos a lo turístico que seguro que también os interesa. Nos ponemos nuestro calzado más cómodo y también si no os importa andar dejar el coche aparcado, que después de los días anteriores se agradece un paseo y que el coche descanse que también se lo ha ganado, y empezamos nuestra ruta viendo la famosa Torre de Hércules, es el único faro romano que sigue teniendo su función inicial en la actualidad, es impresionante visto desde abajo, pero ya subir al faro y ver toda la costa es más impresionante todavía desde la cual se puede apreciar mejor la Rosa de los Vientos, la entrada son 3 euros y la reducida con carnet joven (acordaros que es importante) es la mitad, merece la pena pagar solo por las vistas que tienes desde arriba, eso sí, si no tienes vértigo y problemas de articulaciones porque son todo escaleras para subir a la torre, con sus correspondientes salas para ver.


De ahí tienes muchos senderos para recorrer todo el parque que lo conforma y poder llegar de alguna manera al Parque de los Menhires, son senderos bastante transitados por corredores y ciclistas y es lógico porque respiras aire puro acompañado de la brisa del mar, sin duda para los deportistas es una maravilla, es un recorrido de libre elección y que podéis ver toda la costa incluso se puede llegar a ver un poquito el Ferrol desde los acantilados. Una vez visto el parque de los Menhires, decidimos seguir andando hasta nuestro próximo destino, el Castillo de San Antón, que si os acordáis en la primera entrada puse que estaba en el otro extremo del paseo marítimo, efectivamente desde la Torre de Hércules hasta el castillo hay unos 30 ó 40 minutos andando, pero en buena compañía se hace llevadero, y más teniendo en cuenta que esa zona es característica por las farolas que hay de colores y formas llamativas, también nos encontramos con alguna que otra playa con bastante gente y esos atrevidos que habiendo salido unos rayitos de sol se habían metido a darse un chapuzón.


Después de nuestro largo paseo que no veíamos el final llegamos al castillo, se encuentra en uno de los puertos de la capital, en él se encuentra el Museo Arqueológico e Histórico de la Coruña, es un castillo del siglo XVI que formó parte, junto con el Castillo de Santa Cruz y el Castillo de San Diego, de una red estratégica de castillos y baterías para defender la ciudad de A Coruña, como os comenté, los sábado la entrada es gratuita y si no son 2€, y no está mal para ver y es interesante también de ver.

Después de nuestro paseo mañanero decidimos ir a comer al centro de la A Coruña, dónde se encuentra la Plaza de María Pita, lo equivalente a nuestra Plaza Mayor en Madrid, y para comer en las calles paralelas la verdad que está muy bien y no es caro. Después de haber dejado el coche abandonado, y comer teníamos que emprender nuestro viaje de vuelta, y seguimos de paseo por el paseo marítimo, pasando por la Playa del Matadero, otra de las playas que se encuentra en la capital. Hay que ver lo que da de sí andar, que hasta nos encontramos con el acuario de la ciudad. 



Si os pensáis que nuestro día había acabado, no es así, nos fuimos a la otra punta del paseo marítimo, al mirador de O Portiño, dónde se encuentra el Monte de San Pedro,en el que encontramos un parque bastante grande, que como os he dicho se encuentra en el monte, hay 2 maneras de subir, o bien en un elevador que cuesta unos 3€ y reducida con nuestro famosos carnet a la mitad de precio, o bien con el coche que tiene aparcamiento, nosotros subimos en coche, ya que estaban arreglando el elevador y no se podía usar.


¡Vaya pedazo de parque,señores! que cuestas, que vistas, que laberinto, que de gente, que césped, no importaba lo cansados que estábamos, merece la pena ir y si puedes tumbarte en el césped y admirar el paisaje, os aseguro que os gustará. Cuenta con un laberinto, que visto desde arriba es una pasada, y recorrerlo mejor aún, porque oyes a todos los que está dentro como toman sus caminos y te echas unas risas, nosotros conseguimos llegar al centro y volver a salir sin problemas, había niños que se lo hacían corriendo incluso. Después subimos hasta el observatorio y desde ahí pudimos ver todo el recorrido hacho por la mañana, ya que al otro lado, a lo lejos podíamos ver la Torre de Hércules.
Recorrimos todo el parque dando un paseo y nos hubiera gustado probar el césped para descansar de nuestro largo día, íbamos preparados con nuestra toalla, pero preferimos tumbarnos ya en la cama, porque nuestro cuerpo lo iba a agradecer más.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Continuando en A Coruña

Yo sé que después de ese primer día tan intenso que os conté tenéis ganas de más, si lo sé qué vuestro cerebro está  diciendo que más puedo ver allí que yo creo que solo hay pueblos perdidos, y sí de esos hay para aburrir. Bueno pues nuestro segundo día lo dedicamos a recorrer algo turístico de aquella zona como son las playas y sobre todo los faros, porque se encuentra la Costa Da Morte allí mismo.

La ruta que nosotros hicimos era de 9 faros, pero solo vimos 3, los que más cerca nos pillaban, ya que la distancia mínima entre unos y otros era de media hora por lo menos y queríamos hacer más cosas, eso sí antes de iniciar esta ruta os recomiendo que os cojáis un buen gps y direcciones porque si no puede que os perdáis por el camino, que lo mismo es la experiencia de vuestras vidas, pero merece la pena ver los faros.

Empezamos nuestra ruta con el faro de las Islas de Sisargas, a mí me costó encontrar el faro para que mentiros porqué su propio nombre lo dice se encuentra en el mar en una isla de las 3 que lo forman, se encuentra en la más grande, desde los acantilados se puede ver una pequeña ermita, y como curiosidad a todos los sitios que íbamos había merenderos, entendible porque las vistas son espectaculares, este faro se encuentra en el concejo de Malpica de Bergantiños, desde el mirador se puede ver una playa a la cual fuimos y que estaba desierta, fui una valiente y metí los pies y eso que el día no acompañaba porque estaba nublado, suerte que no nos llovió, la verdad que allí a cada paso que das por los pueblecitos puedes llegar a unas playas preciosas.


Nuestro siguiente destino fue el faro de Punta Nariga, también el mismo concejo que el anterior y que sin duda de los 3, fue el que más nos gustó, comenzó a funcionar a finales del S.XX  y simula un barco de piedra que reta al mar. Esta forma de barco está bien lograda gracias a sus 3 partes bien diferenciadas. Su base, triangular, reproduce la proa que encara al mar, y parece que va a romper las olas de un momento a otro. Sin duda el que más os recomiendo que veáis. 


Por último y ya también fue donde aprovechamos para comer, llegamos al pueblo de Corme, en el que se encuentra el faro de Punta Rocundo, es un lugar curioso, en primer lugar porque tiene un faro “gemelo”, el faro de Laxe, y en segundo lugar porqué según cuentan es un lugar donde van a acabar muchos barcos su vida, es decir, que se producen muchos naufragios en esa costa. En Corme comimos muy bien porque es un pueblo pesquero y de costa, y sin duda comeréis bien y por poco dinero.


Por la tarde decidimos, después de a ver visto aldeas con sus horreos, que para aquellos que no lo sepan son construcciones similares a una casa pequeña de piedra, la cual se encuentra en sitios altos, en mi caso acostumbrada a los horreos asturianos que son bastante diferentes, al ver los gallegos dude de lo que era porque todos eran iguales y con una cruz, ingenua de mí que al no ver a penas cementerios pensé que cada casa disponía de su propio panteón, ¡si lo sé! es un poco tontería pero es lo que tiene el estar nublado el día y la propia persona, el caso que por la tarde fuimos por la costa para ver las playas y hacer alguna parada y ver algo más de tierras gallegas.


Después de una ducha y un día agotador de coche y andar, pedimos recomendación a nuestra recepcionista para ir a un sitio donde poder comer marisco, tampoco una mariscada que somos estudiantes y jóvenes, pero si disfrutar al menos de productos de la tierra, y nos recomendó ir a un pueblo que estaba a 12 km del nuestro, Caión, nos dijo varios sitios cerca del puerto, pero aprovechando, miré algún sitio más por si acaso y encontramos un sitio estupendo para cenar al lado del puerto,  el Bar Zarra, sin duda hicimos una buena elección después de un largo día de paseo, pero antes de ir a este pueblo, hicimos una parada en otro mirador con una pequeña playa al lado, que si el anterior día tenía unas vistas estupendas, este no se quedaba corto.



Espero que estas cosas que os voy contando os sirvan y os den más ganas de conocer la Coruña y mirad que yo no es que sea de campo como las amapolas, pero un viajecito y cambiar de aires no viene mal y sin duda es un destino que repetiría.


lunes, 13 de octubre de 2014

A Coruña

Ya era hora de volver a retomar el blog, y es que como se nota que nos hacía falta viajar un poquito en verano, para poder seguir contándoos  destinos que podéis visitar en nuestra querida España. La verdad que yo no me quejo en absoluto del año que llevo de viajes, recorriendo de punta a punta España, que si Málaga, Valencia, Ávila, la A Coruña... y muchos más sitios que me quedan por recorrer en este año.

En esta entrada y en las siguientes os voy a hablar de mi viaje de 4 días en la A Coruña, que no os imagináis la de cosas que podéis llegar a ver en su camino y en la misma ciudad y sus pueblos, yo misma me sorprendí al preparar este viaje. La mejor forma de que veáis cuanto se puede hacer en 4 días en un viaje de larga distancia es que os lo cuente.

Salimos el jueves de Madrid a eso de las 7:30 de la mañana, una hora estupenda para hacer cualquier viaje, y ya que nos quedaban unas cuantas horas por delante de viaje teníamos que entretenernos de alguna manera...para que se nos hiciera más ameno hicimos 2 paradas antes de llegar a nuestro destino, en primer lugar llegamos a Ponferrada, ciudad de peregrinación en el Camino de Santiago, para ver su castillo, que se construyó en el S.XI, y perteneció a la orden del Temple por donación de los reyes leoneses. A mí me encantó, sobre todo porque el interior es un patio enorme, en el cuál tienes varios guías dentro que explican el recorrido que debes seguir para ver la fortaleza,nosotros fuimos el jueves porque los domingos está cerrado, por lo que aprovechamos esta parada y el día para verlo (como dato importante, no solo para este viaje, si tenéis carnet joven llevarlo siempre, que para todas estas cosas os hacen descuento y siempre se agradece), la entrada nos costó 6€ la general y 4€ la reducida, y la verdad que si os gusta el tema de los castillos merece la pena.


Después de continuar con nuestro viaje teníamos pensada nuestra siguiente parada en O Cebreiro, un pueblecito muy pequeño, también de parada obligatoria para los peregrinos de Santiago, que se encuentra dentro de Pedrafita do Cebreiro, no es que se un pueblo turístico como tal, pero merece la pena por las vistas que tiene y porque tiene un encanto que no se puede describir, se encuentra en lo alto de un cerro y cuenta con la pequeña parroquia de Santa María, la cual se encuentra como recepción del sellado de los peregrinos, cuyo estilo es prerrománico (S. IX) y la cual custodia un cáliz románico del S. XII.


Después de continuar nuestro viaje y conseguir llegar a nuestro destino...no sin antes contar como anécdota que cuando quedan 100 km aproximadamente para llegar a la A Coruña, no hay gasolineras, así que ser precavidos, porque lo mismo no llegáis a vuestro destino.

Nosotros teníamos el hotel en un pueblo cerca de la A Coruña, Arteixo, pueblo de industria y que para todo lo que queríamos hacer nos pillaba estupendamente, y con bares y restaurantes de calidad-precio razonables, que por recomendación de la recepcionista no estaban nada mal. La capital estaba a 12 km en coche y para visitar otros sitios tenía carreteras directas. El hotel en el que nos alojamos, sin duda un hotel muy familiar, "Hotel Alix", así a modo de sugerencia, que para ser tan pequeño duermes como un lirón, aún teniendo la carretera al lado.

Después de un día tan largo y una paliza de viaje pensamos en ir a ver un poquito la A Coruña. Por la noche hay ciudades que tienen un encanto espectacular y que a decir verdad son feas de ver a la luz de las farolas, pero si sabes dónde ir en la capital puedes encontrar su atractivo. Nosotros empezamos por un pequeño mirador que se encuentra en uno de los extremos del paseo marítimo, que abarca un total de 13 km de longitud, en el que por un lado encuentras O Portiño, que es el mirador del que os hablo y en el otro el castillo de San Antón que más adelante os contaré, y que a lo lardo de este pasep se encuentra la playa de Riazor-Orzán y la Torre de Hércules, entre otras cosas para ver. Ver allí el atardecer es bonito, relajante y romántico, además hay un parking, importante para los que vayáis en coche, y que para empezar a ver algo de esta ciudad está muy bien. Si continuáis andando os encontrareis un obelisco llamado "Torre Millenium", ¡Sí! os suena a libro como a mí, no tuvimos la suerte de verlo encendido, pero la verdad que es para verlo, y si te apetece darte una vuelta por todo el paseo por la noche puedes encontrar cosas interesantes.


Y aquí concluye ese primer día, que leído os parecerá una paliza, pero vivido... pues sí, un poquito lo es, pero nada como una buena siesta y una duchita para seguir queriendo hacer turismo.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Vacaciones en Madrid

Algunas no hemos tenido la suerte de salir tanto como otros años, pero…se ha disfrutado de otras cosas y de otros lugares, como por ejemplo de una magnífica excursión en familia al conocido Valle de los Caídos y al Monasterio de El Escorial.


Saliendo de casita con la family sobre las 10 de la mañanita, fuimos primero a visitar el Valle de los Caídos (reiteración…Llevad carné joven o carné de estudiante…yo les ahorré a mis padres como unos 10€ ese día, siempre y cuando seáis menores de 25 años o los 25 incluidos), ¿qué podéis ver allí? Bueno pues es una abadía benedictina, que se construye entre los años 1940 y 1958 para conmemorar a los caídos durante la Guerra Civil Española, es una basílica escavada en la roca (abrigaros porque yo fui en pleno agosto y dentro de la basílica me habría puesto gustosa una chaquetita), dónde encontrareis las tumbas del General Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera, la basílica está  culminada en una cruz de unos 100 metros de altura, y a la que normalmente se puede acceder a través de un funicular, pero cuando fuimos nosotros eso no era posible porque había desprendimientos. ¿Recomiendo ir? Sí, tan solo por las maravillosas vistas que hay del Parque del Guadarrama es obvio que sí, pero ¿que la basílica es digna de ver? Pues también es una respuesta afirmativa.


Pues nada… salidos del Valle de los Caídos nos dirigimos al El Escorial pueblo (porque os voy a hacer una distinción…está el pueblo de San Lorenzo de El Escorial, y el pueblo de El Escorial), allí comimos en un restaurante que está dentro de la estación de tren, ¿Qué por qué comimos ahí? Pues por recomendación de los lugareños calidad-precio, y una verdad como un castillo, un menú por 9€ que todos nos quedamos encantadísimos de la rapidez y lo buena que estaba  la comida, el nombre no lo recuerdo, lo siento, lo que puedo decir es que está dentro de la estación de tren.


De allí, y con todo el bajonazo de una comida copiosa nos fuimos a visitar el monasterio, al cual hacía años que no iba, por no decir que mi hermano con sus casi 22 años nunca lo había visitado. Del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial podría decir infinidad de cosas, puesto que en este último año de carrera lo he dado en profundidad, pero no os quiero aburrir y por lo tanto abreviaré. El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es de estilo herreriano, ya que fue construido en la 2/2 mitad del siglo XVI, cuyos arquitectos fueron Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, seguramente ya los hayamos nombrado en anteriores entradas, y cuyo monumento fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La planta del monasterio es curiosa, ya que tiene forma de parrilla, ¿queréis saber porque? Pues porque la batalla de San Quintín fue ganada el 10 de agosto, día de San Lorenzo, cuyo santo fue martirizado quemado en una parrilla, y a él se debe la forma del monasterio, ¡ya lo sé! Es algo curioso, cuándo se lo conté a mi hermano se sorprendió. Este monasterio cumple las siguientes funciones: Palacio, Monasterio, Biblioteca y Panteón Real dónde están enterrados los monarcas y las madres de los sucesores, que sepáis que ya tienen el sepulcro preparada los padres del ya abdicado Rey Juan Carlos. Una cosita a deciros como consejo… llevad carné de estudiante, ya que la entrada será la reducida y os ahorrareis dinerillo… los 4 miembros de mi familia nos supuso la broma por 40€, aun llevando yo el carné de la universidad, y por supuesto la guía o la audioguía van a parte, así que… ¡llevad bien de dinerito! Decir que mi padre y mi hermano nos abandonaron a mi madre y a mí antes de tiempo, porque llevábamos allí 2 horas y aún teníamos cosas por ver…
¡Bienvenidos a un día maravilloso!


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