En esta entrada y en las siguientes os voy a hablar de mi viaje de 4 días en la A Coruña, que no os imagináis la de cosas que podéis llegar a ver en su camino y en la misma ciudad y sus pueblos, yo misma me sorprendí al preparar este viaje. La mejor forma de que veáis cuanto se puede hacer en 4 días en un viaje de larga distancia es que os lo cuente.
Salimos el jueves de Madrid a eso de las 7:30 de la mañana, una hora estupenda para hacer cualquier viaje, y ya que nos quedaban unas cuantas horas por delante de viaje teníamos que entretenernos de alguna manera...para que se nos hiciera más ameno hicimos 2 paradas antes de llegar a nuestro destino, en primer lugar llegamos a Ponferrada, ciudad de peregrinación en el Camino de Santiago, para ver su castillo, que se construyó en el S.XI, y perteneció a la orden del Temple por donación de los reyes leoneses. A mí me encantó, sobre todo porque el interior es un patio enorme, en el cuál tienes varios guías dentro que explican el recorrido que debes seguir para ver la fortaleza,nosotros fuimos el jueves porque los domingos está cerrado, por lo que aprovechamos esta parada y el día para verlo (como dato importante, no solo para este viaje, si tenéis carnet joven llevarlo siempre, que para todas estas cosas os hacen descuento y siempre se agradece), la entrada nos costó 6€ la general y 4€ la reducida, y la verdad que si os gusta el tema de los castillos merece la pena.
Y aquí concluye ese primer día, que leído os parecerá una paliza, pero vivido... pues sí, un poquito lo es, pero nada como una buena siesta y una duchita para seguir queriendo hacer turismo.
Después de continuar con nuestro viaje teníamos pensada nuestra siguiente parada en O Cebreiro, un pueblecito muy pequeño, también de parada obligatoria para los peregrinos de Santiago, que se encuentra dentro de Pedrafita do Cebreiro, no es que se un pueblo turístico como tal, pero merece la pena por las vistas que tiene y porque tiene un encanto que no se puede describir, se encuentra en lo alto de un cerro y cuenta con la pequeña parroquia de Santa María, la cual se encuentra como recepción del sellado de los peregrinos, cuyo estilo es prerrománico (S. IX) y la cual custodia un cáliz románico del S. XII.
Después de continuar nuestro viaje y conseguir llegar a nuestro destino...no sin antes contar como anécdota que cuando quedan 100 km aproximadamente para llegar a la A Coruña, no hay gasolineras, así que ser precavidos, porque lo mismo no llegáis a vuestro destino.
Nosotros teníamos el hotel en un pueblo cerca de la A Coruña, Arteixo, pueblo de industria y que para todo lo que queríamos hacer nos pillaba estupendamente, y con bares y restaurantes de calidad-precio razonables, que por recomendación de la recepcionista no estaban nada mal. La capital estaba a 12 km en coche y para visitar otros sitios tenía carreteras directas. El hotel en el que nos alojamos, sin duda un hotel muy familiar, "Hotel Alix", así a modo de sugerencia, que para ser tan pequeño duermes como un lirón, aún teniendo la carretera al lado.
Después de un día tan largo y una paliza de viaje pensamos en ir a ver un poquito la A Coruña. Por la noche hay ciudades que tienen un encanto espectacular y que a decir verdad son feas de ver a la luz de las farolas, pero si sabes dónde ir en la capital puedes encontrar su atractivo. Nosotros empezamos por un pequeño mirador que se encuentra en uno de los extremos del paseo marítimo, que abarca un total de 13 km de longitud, en el que por un lado encuentras O Portiño, que es el mirador del que os hablo y en el otro el castillo de San Antón que más adelante os contaré, y que a lo lardo de este pasep se encuentra la playa de Riazor-Orzán y la Torre de Hércules, entre otras cosas para ver. Ver allí el atardecer es bonito, relajante y romántico, además hay un parking, importante para los que vayáis en coche, y que para empezar a ver algo de esta ciudad está muy bien. Si continuáis andando os encontrareis un obelisco llamado "Torre Millenium", ¡Sí! os suena a libro como a mí, no tuvimos la suerte de verlo encendido, pero la verdad que es para verlo, y si te apetece darte una vuelta por todo el paseo por la noche puedes encontrar cosas interesantes.
Y aquí concluye ese primer día, que leído os parecerá una paliza, pero vivido... pues sí, un poquito lo es, pero nada como una buena siesta y una duchita para seguir queriendo hacer turismo.
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