jueves, 31 de octubre de 2013

Bienvenidos a HALLOWEEN

Halloween está al acecho, y ya nuestros bodys sienten el ansia de disfrazarnos, ver películas de terror y sentir absoluto miedo.

Hoy os traemos un post lleno de curiosidades de la ciudad de Turín que os van a hacer temblar de miedo.

              ¿Queréis saber más?

Cuando estuvimos en Turín, muy próxima a la llegada de Halloween hicimos la guía de “Torino Magica”, que está relacionada con los misterios que envuelven a la ciudad. Esta guía, se hace la gran parte en autobús pero también hay tramos a pie, y ni que decir tiene que es una guía que se hace de noche.

              ¿Estáis preparados para comenzar esta intrigante guía?

Según una leyenda, Turín forma parte de dos triángulos mágicos en el mundo: el triángulo de la magia blanca (con Lyon y Praga) y el triángulo de la magia negra (con Londres and San Francisco). En la ciudad, encontraremos elementos plagados de misterio:

Comenzamos por PIAZZA STATUTO, conocida también como el corazón negro de la ciudad o la puerta del infierno, debido a una tapa de alcantarilla  que hay en medio de los jardines de la plaza,  se cree que son los túneles que llevan al Infierno. La plaza está coronada por una monumental fuente, en la que llama la atención en la parte más alta un ángel negro, al que llaman Lucifer.
Desde la ocupación romana este lugar ya poseía una atracción negra, y es por eso por lo que los romanos establecieron su necrópolis. La plaza además, fue el lugar donde se situaba la horca.

Si camináis unos pocos metros pasando Corso Svizzera llegamos a la “Domus Morozzo”. Hoy en día ya no existe, pero se dice que aquí habitó el más famoso adivino de todos los tiempos, Nostradamus.

Si volvemos hacia Piazza Statuto, podremos llegar a la IGLESIA DE LA MISERICORDIA en la Via Barbaroux. Actualmente hay una exposición donde se puede disfrutar  de la lista de condenados ,entre muchas otras cosas.

En pocos minutos encontraremos la PIAZZA SOLFERINO. (¿os acordáis de nuestras menciones en el anterior post?) En esta plaza, encontramos la Fontana Angelica, la cual para algunos místicos, es una representación alegórica a la puerta de enlace hasta el Infinito.

Muy cerca en una de las vías que dan a Piazza Solferino encontramos la Puerta del Diablo, la cual se encuentra en el Palazzo Truchi di Lavaldigi, el cual siempre ha estado asociado a las tradiciones diabólicas. Aquí sucedieron historias llenas de misterio:

Puerta del Diablo
"En el año 1790, durante la breve posesión del palacio por Marianna Carolina di Saboia, se celebró una fiesta de carnaval con orquesta, danzantes y artistas. Al fondo de la sala se representaba una danza infernal, en el que los bailarines danzaban en torno a un fuego. De repente irrumpió un grito, una bailarina (que algunos identificaron como Vera Hertz y otros como Emma Cochet) había sido apuñalada por la espalda. No se sabía quién podría ser el asesino, y tampoco se encontró el arma. En la fiesta se había creado un ambiente de tensión y miedo, que llegó al culmen cuando de repente apareció un destello cegador seguido de un estruendo de cristales rotos, un viento frío y un apagón. Los asistentes fueron testigos de la aparición de un fantasma que caminaba en la sala y desaparecía por una de las paredes."


Dora
Otras de las plazas de las que hemos hablado en la entrada anterior también fue PIAZZA SAN CARLO, y al igual que Piazza Solferino tiene su parte misteriosa. Si vamos a la parte posterior de la plaza, encontramos 2 fuentes: una dedicada al Po (símbolo del sol) y otra dedicada a Dora (símbolo de la Luna).


Po
El MUSEO EGIZIO siempre ha tenido algo mágico pero desde hace algún tiempo, los periódicos intentaron plasmar una cierta enfermedad que los estudiantes cogían al entrar, diciendo que era una maldición.


Si vamos a PIAZZA VITORIO, encontraremos la iglesia de la Gran Madre di Dio, en la que unos creen que el Santo Grial se encuentra enterrado en el suelo.

Pegada al Palazzo Reale encontramos IL DUOMO, donde se puede visitar la Sábana Santa, símbolo del positivismo del cristianismo. A la salida de la catedral, en una de sus paredes laterales, podremos observar un elemento distintivo de los constructores de la iglesia: una placa del zodiaco

El recorrido de la guía acaba en PIAZZA CASTELLO, que  simboliza el corazón de la magia blanca de la ciudad. En esta plaza encontramos el Palazzo Madama, que se dice que está sobre Grotte Alchemiche, el lugar en el que los científicos de la casa de Saboya trabajaban para encontrar la piedra filosofal.


La guía termina con una pequeña pieza de teatro que habla sobre el fantasma del Palacio de Madama, en esta misma plaza.

La ciudad de Turín desprende un ambiente mágico y lúgubre, sobre todo cuando cae la noche. Esconde lugares inéditos, misteriosos, donde el mito y la leyenda se entrelazan creando una ciudad en el que creer en la magia no es cosa de locos. En cada esquina podemos encontrar elementos que despiertan la curiosidad de saber más sobre la magia negra y blanca. Si vais observando detenidamente los edificios de la ciudad, podréis observar caras maléficas en casi todas las partes, o símbolos que os pueden llevar a pensar en esta temática.

Aquí abajo os dejamos el link por si queréis saber precios, horarios o hacer la reserva.


¿Queréis saber más acerca de este tema? Podéis sugerirnos!

Y si queréis ser l@s primer@s en conocer las nuevas entradas, suscribiros en nuestra página.


          


viernes, 25 de octubre de 2013

Lugares y monumentos para visitar en Turín I

La del ayuntamiento nos soltó un mapa y “ale, ahí os quedáis”, menos mal que somos unas buscavidas y lo que hicimos fue patearnos Turín. Aquí va a empezar nuestra guía, podemos llamarlo la parte más seria de nuestro blog, pero como todo en esta vida…tiene también su encanto.

Según salíamos de nuestra casa a mano izquierda nos encontrábamos con Porta Susa que es la estación de tren secundaria, siendo la primera Porta Nuova. En las zonas de las estaciones…llevad cuidado con los bolsos, cámaras y ese tipo de cosas puesto que está lleno de gente no muy fiable.

Piazza Solferino
A mano derecha de nuestro portal cogíamos Via Cernaia y lo primero que nos encontrábamos era el cuartel de los Carabinieri, siguiendo recto nos topábamos con la maravillosa PIAZZA SOLFERINO (en las guías de viajes no suele ser muy nombrada pero para nosotras es digna al 100% de ver), hay una guía de la cual comentaremos algo un poquito más adelante que hace parada aquí, la guía es “TORINO MAGICA”.

Cómo datos técnicos de esta plaza solo diremos que fue inaugurada en Octubre de 1929 (pueden corregirnos si nos equivocamos, porque hace ya años que fuimos) y que representa las estaciones del año (representadas por 2 mujeres y 2 hombres).

Siguiendo recto y tomando primero Via Maria Teresa y de seguido Via Maria Vittoria llegábamos a PIAZZA SAN CARLO, cuya plaza está representada por un monumento ecuestre en honor a Manuel Filiberto. Esta  plaza está rodeada por soportales, donde podéis encontrar uno de los cafés más antiguos de Turín “Caffé Torino”, al cual os recomiendo que entréis y sobre todo que bajéis a los baños, ya que son majestuosos.

Piazza San Carlo



Piazza San Carlo está atravesada por  VIA ROMA, la calle de las tiendas, aqui encontramos comercios como Fnac, H&M, Benetton. e inclusive una tienda de Nespresso, que para la época en la que estábamos se nos hizo extraña verla, siendo un sitio muy cool. Los comercios han cambiado con los años, por ejemplo, cuando Elena volvió unos días, se encontró la tienda de Stradivarius. Una de nuestras amigas allí, incluso viajaba a Barcelona para comprar en esta tienda o en Bershka, ya que en Turín no había.


Caffe Torino

¿Qué os parece la primera entrada de cosas que visitar en esta fantástica ciudad?Podéis aportar cualquier cosa que sepáis.

Aquí os dejamos un plano de la primera ruta 




Ver Primera ruta en un mapa más grande

miércoles, 16 de octubre de 2013

Problemas con la casa II

 

Hoy…continuemos pues con los temas de nuestro zulo, para así concluir y pasar a otros temas:

Otro problema que tuvimos…fue a la hora de las duchas, ¿Qué por qué? Porque al ser todo eléctrico, si una se duchaba la otra tenía que esperar una hora para ducharse, pero bueno eso más o menos se puede sobrellevar bien.

Volviendo con el tema de la cocina, una de las primeras cosas que pensamos fue dividirnos las baldas de la nevera para que cada una se comprase lo que quisiera. Sin embargo, no pudimos hacerlo de esa forma, pues la nevera era demasiado pequeña para poder guardar las cosas (con tres baldas, era tipo minibar de un habitación de hotel). Además el congelador (que nosotras lo utilizábamos bastante), era diminuto, como un mini hueco, en el que cabían no más de dos cajas. Por lo tanto, tuvimos que cambiar el chip y administrar el dinero y el espacio de la nevera de otra forma, optando por el bote y por comprar comida en común para ambas. En este aspecto,  no nos resultó complicado, nos amoldábamos a los menús de cada una.

El piso en realidad estaría más enfocado a una sola persona, pero para atender a la demanda, incluyeron camas como la mía (Ainhoa). Dormía sobre un colchoncillo muy muy finito, y encima enfrente de la puerta. La verdad que no invitaba mucho al sueño, y más sabiendo que podría entrar de una patada cualquiera. Siempre me imaginaba a la hora de dormir que nuestra vecina la loca, en medio de sus cánticos sirenos, venía con una motosierra y tiraba la puerta abajo con una súper-patada. Mi mente es muy rara si si.


La calefacción se nos llegó a estropear, como puede pasar normalmente. Al principio teníamos un radiador con ruedas, que más o menos se apaña, por eso de la movilidad. Si tienes frío, te lo acercas. El segundo que tuvimos nos lo atornillaron en la pared, y no estaba mal, calentaba bastante. El invierno allí es frío de pelotas, y si no llevas calzado adecuado para la nieve, como nos pasó a nosotras, os puede suceder como en la foto.

La limpieza pensamos que iba a ser un chollo… hasta que se torcieron las cosas y tuvimos que meter mano con la brutta chichona. El fregar el suelo, pasar la aspiradora, fregar los platos, etc., estaba en manos de unos trabajadores, así que era una de las cosas de las que estábamos contentas (¡y quién no!). Sin embargo con el tiempo notamos que el piso cada vez estaba más sucio, que no fregaban. Así que decidimos entrar en acción, y bajar a hablar con la dicha bruta chichona. Entre otro de los personajes a destacar estaba esta señora, que hacía la función de casera.  Nuestras exigencias eran un colchón digno para mi espalda y que nos fregaran más a menudo. Nosotras antes de bajar fuimos pacientes, ya que aquellos trabajadores se limpiaban todos los mini pisos, y claro, siempre hay fallos y esas cosas. Pero se tiraron un mes entero sin limpiar, y claro, no teníamos medios para hacerlo nosotras, pero gracias a que somos muy observadoras encontramos el sitio donde guardaban la escoba y esas cosas, las tomábamos prestadas, jejeje, y le pusimos remedio de inmediato. El tema se solucionó, pero los trabajadores no nos volvieron a saludar.


El sofá, ¿se podía llamar sofá? Teníamos pues eso, uno, que la verdad no lo utilizábamos, ya que era un amasijo de hierros con dos cojines, total que nos sentábamos más en mi cama y en las escaleras, o en las sillas. No tenemos foto, os podéis imaginar el motivo.

 Los vecinos raros incluían a esa mujer que anteriormente llamamos loca, y solo a ella porque nadie más vivía allí, a excepción de M un profesor napolitano y L, que venía también de Erasmus. En las plantas inferiores se encontraban los grandes pisos, lo que nos dio pie a pensar que habitábamos en un trastero adecuado para vivir, o donde vivía la servidumbre en épocas lejanas.
Después de todas las cosas que hemos comentado, y que seguro que muchos de vosotr@s habéis tenido (y sabemos que peores incluso), hemos decidido comentar la parte buena que tenía la casa, no vamos a ser tan malas:


  • Vajilla completa.
  • Buen baño, aunque con la ducha pequeña.
  • La cama de arriba estaba bien, siempre y cuando no te dieses con la viga.
  • Buen almacenaje, ya que teníamos un armario para cada una -uno con puerta de persiana-.
  • Bar abajo, que fomenta conocer gente, y se comía muy bien, ahora los dueños son otros.
  • En pleno centro de la ciudad.





lunes, 7 de octubre de 2013

Llegada a Torino y problemas con la casa I

La llegada fue de lo más normal, por lo que no creemos  demasiado conveniente darle muchas vueltas (ya que no vamos a ir día por día contando, porque si no os dormiríais). Algo que no podemos evitar contar es que Ainhoa se tomó una biodramina antes del vuelo que la dejó completamente drogada, jajaja.

La representante del ayuntamiento nos fue a recoger para llevarnos a nuestra casa. Llegamos y nos enseñó un zulo zarrapastroso en el cual vivimos 3 meses (buscamos otros pisos, pero ya nos habíamos adaptado a ese zulo y a nuestros amigos del bar de abajo que se nos hizo difícil marcharnos).
Comencemos con las anécdotas de nuestra casa:

La primera impresión que nos dio fue buena, un gran edificio de arquitectura antigua y arcos, amplio portal con un patio interior…pero al subir a la planta y entrar por la puerta se nos cayó el alma a los pies (en mi caso no, tened en cuenta que yo aún iba drogada y mi cara estándar era de felicidad). El piso se disponía en una planta en la que se encontraban (explicando a medida que entramos) armario/mi cama/sofá/mesa y sillas/mueble-tele-cocina y un baño, además de las escaleras que conducían a una media buhardilla con una cama

¡En fin! ¿No parecía tan malo no? Los problemas surgieron a medida que pasaban los días, cuando veíamos la poca funcionalidad de la misma.
Por ejemplo, el hecho de que tuviéramos que calentarnos la leche en la cacerola porque no teníamos microondas (el problema no era no tener microondas sino que el fuego eléctrico que teníamos no funcionaba bien). Con posterioridad, este percance lo pudimos resolver gracias a Patrizia, una amable compañera de Elena, la cual nos prestó uno que no utilizaba.
Sin embargo, la cocina aún seguía volviéndonos locas. La primera vez que Elena decidió hacerse unos simples spaguetti, tuvo que esperar 45 min para que el agua hirviese, amén de que los mandos de los fuegos estaban cambiados.
Cuando teníamos que hacer la colada también teníamos percances: en la primera planta del edificio había un bar (Wash Bubble Bar el cual podéis visitar) en cuyo sótano teníamos a nuestra disposición todo el conjunto de servicios de lavandería (lavadora, secadora e inclusive ¡una zona de plancha y costura!) solo funcionaban las lavadoras. Las secadoras, a pesar de intentarlo unas tres veces seguidas a tope, no hacían su labor. Con esto, tuvimos que pensar en airearlas y secarlas de otra forma. Todo el mundo pensará:
-¡Claro!, ¡la terraza!-
-No porque nuestro piso no era como el de las fotos…,
- ¡Bueno pues…la ventana!-
-No porque… teníamos una… con lo que no había corriente (solo en los primeros días que hacía un poco de calor pudimos abrir la puerta), nos entraba el frío (imaginen en pleno noviembre con nieve en la repisa…), etc, etc, etc-.

El instinto de supervivencia mueve montañas, y como era lógico, no iríamos al trabajo con las bragas mojadas, así que tuvimos que ir a un mercadillo a comprar una cuerda y atarla a los lados del piso como pudimos, dejar la ventana abierta y que el aire hiciera su trabajo.
Un truco que pudimos aplicar y que nuestra mente vislumbró un día que hacía calor, fue aprovechar el pedazo de tejado que partía de nuestra ventana, para secar nuestras ropas pudendas. Colocamos una toalla a lo largo del tejado, y dispusimos la ropa al sol. La verdad que es un buen método, podéis aplicarlo a menos que tengáis palomas acechándoos.

Aquí os dejamos dos fotos más, las preciosas vistas de nuestra única ventana y la lavandería:




¿Te ha pasado algo parecido? !COMPÁRTELO¡



jueves, 3 de octubre de 2013

Preparándonos para Turín

Han pasado muchos años desde que volvimos de Turín. Nuestra estancia allí se debió  a las prácticas de Turismo que Elena y yo, Ainhoa, tuvimos que hacer durante nuestro curso en el año 2009-2010, y aunque fueron pocos meses (tan solo tres), reunimos muchísimas experiencias que, hoy por hoy, nos han ayudado a crecer y a ver la vida con otros ojos.

Hemos decidido contar nuestra historia, historia que algún día espero que continuemos desde donde lo dejamos, en un zulo/chamizo en Via Cernaia (ya veréis porqué jajaja).

Antes de empezar a contar nuestra historia situaremos dónde está Turín.
Turín se encuentra en en el norte de Italia en la región del Piemonte (en castellano Piamonte).

Si miráis un mapa de Torino y buscáis la situación de Via Cernaia podréis comprobar que está en pleno centro. Y volviendo a lo del zulo, diréis… ¿un zulo en el centro? Pues lamento deciros que sí, era un mini piso abuhardillado, el cual nos dará para abrir más entradas al blog.
Esta es nuestra historia, y espero que a muchos de vosotr@s os ayude a que vuestra estancia sea un pelín mejor y a que, bueno, disfrutéis de las aventuras de dos chicas perdidas en Italia.


¿Por qué Turín?


Todo comenzó cuando estábamos casi a finales de terminar nuestro curso de Turismo (Información y comercialización Turísticas). El centro en el que estudiábamos ofertaba realizar las prácticas en el extranjero, y cierto día nos preguntaron a cuantos de nuestra clase les gustaría irse fuera.  Aquel día yo, Ainhoa, estaba en casa pachucha, y me lo comunicaron por mensaje al móvil. En esos momentos reaccioné pensando “bueno, como no me va a tocar, voy a decir que sí, ¡total!”. Este pensamiento fue porque realmente había un cupo de gente para salir fuera. A todo esto, me contestaron a los segundos, y acabé saltando por casa como una loca. No me lo podía  creer, ¿yo fuera?

El caso es que no le di más vueltas, no lo pensé más. Sin embargo cuando llegó la hora de despedirme de mi novio y mi familia, sí que empecé a pensar en qué berenjenal me había metido.

Yo, Elena, al igual que Ainhoa, dicho día en el que nos preguntaron sobre si nos gustaría hacer las prácticas en el extranjero, pensé igual que ella “Venga digo que sí que quiero (cosa que quería desde hacía muchísimo tiempo) si total no me lo van a conceder”, con la suerte de que lo conseguí.
Tras relajarme un poco de mí estado eufórico, de vuelta a casa llamé a mi prima para darle la noticia. Seguidamente cuando entré por la puerta de casa fui directa a la habitación de mis padres, dónde me puse a llorar como una loca, hasta que conseguí mediar palabra y contárselo  a mi madre (que la pobre estaba alucinando porque no sabía que narices me pasaba, jajaja) y nos pusimos las dos a lloriquear, por qué…¡¡¡¡ERA MI SUEÑO!!!! Ir al extranjero a vivir y lo había conseguido.


Trabajo, alojamiento, billete…los preparativos del viaje


En principio, a cada una le había tocado una empresa en la que trabajar. A Elena, le tocó una agencia de viajes, mientras que a mí,X. Y digo X porque hasta que no llegué allí no tenía ni pajolera idea de qué tipo de empresa era y a que se dedicaba, y menos los que dirigían el curso. Investigué en internet, pero no salía nada. Así que allí iba a la pura aventura, pensando con medio carcajadas y preocupación, que no fuera una empresa ilegal o algo parecido.

El trabajo por tanto ya estaba asegurado y solo nos faltaba la casa, ¡Ay la casa!...
El alojamiento fue otro percal, que a medida que pasaban los días se fue convirtiendo en un problema (y que a lo largo de los capítulos os iremos contando)
El sistema de elección del alojamiento tenía dos opciones: o te la buscas por tu cuenta  mirando páginas webs o te dejabas asesorar por el ayuntamiento de la ciudad. Nosotras decidimos primero ver vía internet, pero el problema fue que solo accedíamos a las que nos mostraban los pisos más caros, y esto fue porque no teníamos ni idea de italiano.

Así que optamos por ver como era la opción que nos propuso la delegada del ayuntamiento,  la cual nos mandó un link con fotografías del sitio. Cuando echamos un vistazo no nos pareció un mal piso: tenía muebles de IKEA, más o menos limpio, no muy grande, terraza…(Aquí tenéis el link http://www.torino-residence.com/gallery_en.htm). Después de pensarlo mucho decidimos quedarnos con ese y pagar el precio de 600€/mes, electricidad aparte pero con un llamativo servicio de limpieza todas las semanas.

El tema del dinero era otro asunto bastante importante. Nosotras viajábamos con una beca ERASMUS, una beca muy bonita que solo podías tocarla después de tu gran aventura. Por tanto nos tocó coger nuestros ahorros o pedir un crédito (como en mi caso) para poder irnos allí. La segunda opción, no fue tan alarmante como pudierais pensar, en realidad solo es pedir cierta cantidad de dinero que sabes que luego te va a devolver el ministerio. Si acaso son papeleos y bueno, si mal no recuerdo, el miedo a que no nos lo pudieran dar.

¡El billete! Se nos olvidaba algo también indispensable… jajaja. El billete de avión nos costó una pasta gansa. En aquellos tiempos ninguna compañía aérea de bajo coste realizaba vuelos directos a Turín y tuvimos que optar por Iberia (claro así nos costó tanto, Iberia no es muy económica). Y eso que lo cogimos con antelación. Otra opción de vuelo era coger Madrid-Milán Malpensa con compañía de bajo coste (como Easyjet) y después tomar un autobús o tren a Turín. La verdad que no teníamos ni idea como mirar los autobuses y demás, así que nos quitamos de problemas soltando el "money". 



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