Yo,
al igual que Ainhoa y Elena en publicaciones anteriores os han hablado de su
experiencia Erasmus en Turín, cuando realizamos el curso de Información y
Comercialización Turística, yo también tuve un pequeño Erasmus en otro Instituto y
más que relacionado con el turismo, estaba en caminado a los niños, pero al fin
y al cabo eran prácticas fuera de casa.
Como
ellas, yo probé suerte para conseguir una plaza en la beca que proporcionaba mi
Instituto, lo llamaron “Proyecto Arce”, en el cuál ibas 10 días de prácticas a
las escuelas infantiles de otra ciudad y luego los alumnos de esas escuelas
vendrían aquí. Cuando dijeron el destino en mi clase se formo mucho lío porque ¿quien no querría irse a Mallorca con los gastos pagados?. Sólo había 14 plazas,
repartidas entre el turno de mañana y de tarde por lo que realicé una serie de
requisitos que pedían los profesores para poder optar a esa beca y lo único que
me quedaba era esperar su decisión.
Un día de clase normal vino una de las
profesoras que llevaba el proyecto a decirnos quiénes habían sido los elegidos
para irse a esas “vacaciones” como todos pensábamos a Mallorca. Cuál fue mi
sorpresa que era la primera de lista, cosa que cuando me lo dijeron no me lo
podía creer, no me puse a gritar de alegría en mitad de clase, porque lo mismo
me la hubieran quitado por ataque de locura, resulta que al final eso de
estudiar y sacar buenas notas, ser buena alumna e ir siempre a clase había dado
sus frutos.
En
mi casa estaban muy contentos de que aunque solo fuese por 10 días pudiése
disfrutar de la experiencia, que tanto me había costado conseguir. Elena y
Ainhoa tuvieron suerte de estar juntas para vivir la experiencia, yo la viví de
una manera diferente ya que de las 7 personas que íbamos no me llevaba con
ninguna, así que ya tenía otro objetivo en el viaje conocer a los del turno de
mañana.
A
medida que se acercaba la fecha ya teníamos todo previsto, vuelos, alojamiento,
compañeros de prácticas asignados y escuela infantil, conocer a las personas
con las que íbamos a viajar, que profesores nos iban a acompañar y que íbamos a
hacer allí, sin duda lo más importante de todo. No os voy a contar tanto mi
experiencia como educadora infantil sino que monumentos, pueblos y sitios
interesantes para visitar.
Llegó el día esperado, ¡Me iba a Mallorca! maleta en mano en la T4 para facturar y mi
padre y mi hermano para despedirme, empecé
ha entablar conversación con los que serian mis compañeros durante 10
días y bueno la cosa no pintó mal, hicimos todos los trámites necesarios para
dejar nuestras maletas y ya dirigirnos a la que “podía“ ser nuestra puerta de
embarque, digo “podía” porqué cuando llegó la hora de que saliera nuestro vuelo
seguíamos sin saber la puerta de embarque, es decir, nos cancelaron el vuelo
sin comunicarnos nada.Después de poner una hoja de reclamación a la compañía y
buscar la manera de que pudiéramos coger un vuelo, decidieron mandarnos a otra
terminal y con otra compañía, implicaba correr por la terminal, imaginaros la
película de “Solo en casa” pues igual 16 personas corriendo por el aeropuerto
para coger un vuelo, al cual cuando llegamos a la puerta nos dijeron que ya
habían cerrado el embarque, nuestra cara era un poema, total que nos toco
volver a la T4 a que nos dieran otra solución. Al final después de 7 horas en
el aeropuerto nos metieron en otro vuelo con otra compañía y por las molestias
nos dieron la comida (faltaría más).
Por
fin conseguimos llegar a Mallorca, coge maleta; busca el autobús, como en
Madrid cuenta con línea de taxis, autobuses y metro que solo tiene una línea y
allí apenas lo utilizan, lo más cómodo es el autobús y el precio del billete
sencillo es como aquí; y encuentra el albergue, que se iba a convertir en
nuestro “hogar” durante los siguientes 10 días.
Nos hicieron una visita guiada desde el albergue hasta el lugar donde cenaríamos, el recorrido comenzó por una pequeña iglesia que se encuentra en una plaza contigua al albergue, la Iglesia y Claustro de San Francisco, conjunto de origen gótico y fachada barroca. En el interior se conserva el sepulcro de Ramón Llull, datado en 1480. El claustro gótico del antiguo convento del siglo XIV, es el más representativo de la ciudad.
Al día siguiente nos habían preparado las profesoras del proyecto una pequeña ruta a Sóller, que es característico por su tren de madera, que comunica Palma con el pueblo de Sóller, en la siguiente entrada os haré la guía exacta del recorrido que hace el tren y qué visitar en el pueblo, para visitar este pueblo es mejor en verano ya que varía el clima con respecto a la capital, puesto que se encuentra en la sierra de Tramontana, aunque nunca se sabe, y más como nos pasó a nosotros, que en pleno Mayo nos diluvió y apenas pudimos disfrutar del recorrido.
Me ha encantado Vane!! me parto de risa al recordar el show que fue el aeropuerto...vaya cabronazos, jajaja. La verdad que fue un viaje difícil de olvidar y del que disfrutamos, total por 50€...lo del albergue fue toda una prueba de supervivencia!! Además quien nos iba a decir que después de eso coincidiríamos en la uni, asi que esto no acaba aquí, hay que seguir acumulando anécdotas :P.
ResponderEliminarUn besito guapísima de parte de La Madame
Me alegro que te hayas reido con esta entrada, porque yo solo recordar esos diez dias me trae tantos buenos recuerdos :D, no te preocupes que si hay que volver a ver a Albert se va y a pasar por ese maravilloso barrio para ir al Mercadona. Ya ire contando mas cositas de nuestro super viaje
EliminarY gracias por leernos guapisima !!! :)