Comenzamos con el
segundo destino para tu Semana Santa!
Hoy te traemos un destino que os va a
dejar de piedra ;)
centrado esta vez en la naturaleza y rutas
verdes, y
además, una oportunidad de relajarte en un maravilloso spa.
¿Te lo vas a perder?
El Monasterio de Piedra, se encuentra en Nuévalos, Zaragoza, enclavado dentro de un parque natural que lleva su mismo nombre,
bañado por el río Piedra.
La historia del monasterio
comienza en la época medieval, pues se construyó sobre la fortaleza musulmana que
previamente existía y que pasó a manos de Alfonso II en la Reconquista, quien finalmente
lo cedió a la Orden del Císter.
El lugar ofrece:
El parque, que pone a tu disposición
una ruta alrededor del mismo, pudiendo visitar las cascadas y grutas que
dominan el lugar, y que son uno de los atractivos paisajísticos más aclamados: los
nombres de la cascada de Iris, o la
cascada de la caprichosa, la más grande, son una de las muchas que hay y que se
pueden visitar.
Además, mientras que caminamos, podemos ver diferentes tipos de
aves: una de las ofertas del parque es una exhibición de aves rapaces como buitres, búhos o águilas,
de la mano de un cetrero.
Una de las grutas más impactantes
es la Gruta Iris, una serie de concavidades por las que deberemos pasear,
mientras a nuestros pies queda el río, y a nuestros ojos la cascada:
La ruta finaliza en el conjunto
monumental, donde una espléndida exposición del chocolate, y otra exposición del vino, nos
esperan para visitarlo. De hecho, se pueden ver las cocinas de los antiguos
monjes.
La visita a este lugar no termina
aún, pues también se pueden visitar la iglesia, en cuyas entrañas nos espera
una cripta con las tumbas de los monjes, así como el precioso claustro con la
decoración de arpías en sus columnas, que nos pone de manifiesto su tránsito
del románico al gótico, o también la torre del homenaje y la muralla, restos de
lo que fue la original fortaleza musulmana.
Por último, los precios a mi parecer son un poco caros, 15€ por persona, aunque es 100% recomendable el sitio y merece la pena el gasto. Además, existen explanadas para poder comer por allí, llevándote tu ensalada y tortilla de patatas.
Para un disfrute al
máximo, se puede reservar en el hotel que hay en el conjunto monumental, y
disfrutar del spa existente, completando al máximo la experiencia en el lugar.
¿Has estado alguna
vez allí?
¿Cuál es tu
experiencia?
¿Recomendarías este
lugar?