Hoy vuelvo ha hablaros de una ciudad que ya os hablé en su día y que sin
duda nos quedamos con muchas cosas que decir.
Esta ciudad es Toledo, esta vez la he visitado con un toledano, asique que
mejor que alguien de allí enseñe su ciudad.
Empezaré por el circo romano que se sitúan en la Vega Baja, a ambos lados de
la avenida de Carlos III, con lo cual desapareció buena parte de la base de su
graderío. Fue construido a finales del siglo I, con una planta alargada, de 408
metros, compuesta por dos lados rectos y paralelos, con 86,2 metros de
separación, y otros dos curvos.
Del extremo occidental, semicircular y apoyado en veintidós bóvedas daban comienzo las carreras de cuadrigas. Un pequeño muro, separaba las dos direcciones. Las bóvedas existentes soportaban varios niveles de graderíos que podían acoger hasta 13 000 espectadores. De las grandes puertas de acceso sólo emergen sus partes superiores a ambos extremos.
Funcionó hasta el siglo IV. Su posterior abandono propició la desaparición de los materiales nobles de su revestimiento. Tuvo usos como cementerio en distintas épocas, ubicación de alfares y sirvió de cobijo a vagabundos a finales del siglo XVIII, por lo que el Cardenal Lorenzana mandó tirar varias bóvedas que aún se mantenían.
Actualmente gran parte está integrada en el parque conocido como Campo Escolar creado en 1906 con motivo de la Fiesta del Árbol, recuperando aquel terreno vacío extramuros ya que la urbanización del barrio tardaría casi medio siglo. En su inmediata proximidad se hallaba el teatro romano, en el solar ocupado hoy por un colegio.
Del extremo occidental, semicircular y apoyado en veintidós bóvedas daban comienzo las carreras de cuadrigas. Un pequeño muro, separaba las dos direcciones. Las bóvedas existentes soportaban varios niveles de graderíos que podían acoger hasta 13 000 espectadores. De las grandes puertas de acceso sólo emergen sus partes superiores a ambos extremos.
Funcionó hasta el siglo IV. Su posterior abandono propició la desaparición de los materiales nobles de su revestimiento. Tuvo usos como cementerio en distintas épocas, ubicación de alfares y sirvió de cobijo a vagabundos a finales del siglo XVIII, por lo que el Cardenal Lorenzana mandó tirar varias bóvedas que aún se mantenían.
Actualmente gran parte está integrada en el parque conocido como Campo Escolar creado en 1906 con motivo de la Fiesta del Árbol, recuperando aquel terreno vacío extramuros ya que la urbanización del barrio tardaría casi medio siglo. En su inmediata proximidad se hallaba el teatro romano, en el solar ocupado hoy por un colegio.
Después de comer fuimos a pasear por al lado del rio, que vistas más bonitas de
verdad que os la recomiendo, eso si no abráis la boca sino queréis comer
mosquitos y si podéis evitar ir a dar una vuelta a las tres de la tarde hombre
pues también está bien, porque da el solete, aunque hay partes de sombra que parece que te metes en un
bosque, pero son nada más que cinco metros, que luego hace otra vez calor, y si
seguís todo ese camino al final hay una zona con unas casitas y por las cuales
se puede bajar al rio más fácilmente, después dimos un paseo por todo el casco
histórico en la que encontramos la Plaza de Zocodover, que es la zona comercial
por excelencia y el centro de la capital del que ya os hablé en la entrada
anterior.
Por último, y que sin duda si vuelvo volveré
a ir, es al Mirador del Valle se accede por la Avda. Castilla la Mancha con
dirección Puente Alcántara que es de origen romano, pero debido a las
diferentes remodelaciones sus arcos son de estilo barroco.
Que deciros, que sin palabras me quedé
porque me encantó, se ve toda la ciudad desde cualquier punto de la carretera,
es para quedarte allí toda la tarde y mi guía me ha dicho que por la noche
tiene unas vistas más bonita porqué se ve todo iluminado.
Asique nada ya sabéis que quedan restos de
ruinas romanas en esta ciudad y que hay más sitios desde el que se puede ver
toda la ciudad.
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