La entrada
de hoy se la quiero dedicar a dos buenos amigos de nuestro Turín querido.
Toda esta
dedicatoria tiene un motivo y es que fueron ellos, Elisa y Luca, los que nos
llevaron a este fantástico sitio. ¡Grazie di cuore! Una giornata meravigliosa.
En una fecha cercana al 9 de Noviembre (lo recuerdo porque
es el cumpleaños de Elisa) vinieron a recogernos a nuestra casa Elisa y Luca
(este día conocimos a Luca) y nos llevaron a la Sacra de San Michele.
Este fabuloso monumento se encuentra al sur del Val di Susa, en lo alto del monte
Pirchiriano, donde hay unas vistas fantásticas (para los que no tengan vértigo,
claro).Podemos decir que fue uno de los monumentos de Turín que más nos
fascinó.
Imagínense estar en un Monasterio benedictino en estado
ruinoso, que está en la cima de una montaña, sus vistas son alucinantes, y por
dentro… no sé muy bien cómo explicarlo, porque nos maravilló.
Tiene una fachada que mide 41 metros de altura, la que da
paso a “Scalone dei morti” (Escalinata de los muertos). Si por algún casual os
acercáis a ver este complejo religioso y subís estas escaleras recordad que
estaréis subiendo unas escaleras de mediados del siglo XII (corregidme si me equivoco).
Tras subir esta escalinata llegamos a la “Porta dello
Zodiaco”, una puerta de mármol dónde hicieron que fijásemos bien la vista para
distinguir los 12 signos del zodiaco.
Os dejamos la página web de la Sacra por si os animáis a
visitarla: http://www.sacradisanmichele.com/esp/test_display/index/id/43/cat/10
Ya arriba aprovechamos para hacer unas cuantas fotos, y por
supuesto disfrutar del aire puro de la montaña.
Saliendo de la Sacra, y con el frío metido en los huesos nos
llevaron a tomarnos un chocolate calentito en un bar de carretera de montaña,
todavía recuerdo ese aroma y ese sabor (para quien no lo sepa, Turín es una
ciudad de chocolates deliciosos).
Y de ahí fuimos a casa de Luca a conocer a su familia y a
sus queridos animales, perros, una serpiente (Armando) y un camaleón (Marley),jejeje.
Y después dimos un paseo por el pueblo de montaña, después
fuimos de compras con Elisa y Pamela (otra amiga) y de vuelta a casa muy
cansadas.
Yo también quiero uno de esos chocolatitos jeje. Y subir por las escaleras medievales. Besos
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