Una de las
ciudades españolas que merece muchísimo la pena conocer (y que se puede
programar su visita en un finde) es Sevilla. Eso sí, cuidado con ir en verano, ¡no os achicharréis vivitos!
Podéis
encontrar numerosos hoteles a buen precio y más o menos cerca del centro. Uno
de los hoteles en los que me alojé (hablo de hotel aunque también encontrareis
hostales y albergues que reducen su precio como ya sabréis) fue el Hotel
América Sevilla, con mobiliario antiguo pero precio asequible (aunque deberéis también
tener en cuenta la época del año).
Está el centro urbano y cercano a las Setas
de la Encarnación: aparte de ser un amplio mirador dotado de diferentes
escaleras que te llevan a diversas alturas, también alberga en su interior el
Museo Antiquarium, en el que se exponen los restos arqueológicos romanos
hallados en las excavaciones de la plaza en 1990.
La Catedral,
Patrimonio de la Humanidad, con su bellísima Giralda, es digna de ser
visitada: os recomiendo cogeros un audio-guía para poder conocer la historia de
la misma, y sobre todo, subir hasta arriba del campanario, la Giralda, ya que obtendréis
una panorámica de la ciudad preciosa (de hecho, podréis deleitaros con las
piscinas que existen en las azoteas de los pisos cercanos, sí, mucho estilo ;)).
La Plaza de
España de Sevilla es otro enclave que debe permanecer en vuestra ruta: ¿os acordáis
del paseo que da Anakin Skywalker con Padme en el planeta Naboo, en la película
de El ataque de los clones? Pues la plaza fue parte del escenario, de hecho, en
algún fotograma se observan los decorados de los pasamanos azules y blancos. A
parte, también podéis disfrutar de los jardines ;)
El barrio
de Triana, es otro de los lugares emblemáticos a tener en cuenta:
alfarerías, escuelas de danza, típicas casas sevillanas…
Después de dar un
paseo, y si os entra el hambre, no viene mal un salmorejo y unos huevos
rotos con jamón en uno de los bares apostados a lo largo del río
Guadalquivir, ¡se me hace la boca agua al rememorarlo!
Muchos de los
lugares que aún quedan por nombrar, pueden ser visitados a pie, o tomar la
alternativa de observarlos a través de un crucero por el río.
Verdaderamente
es una opción a tener en cuenta, es un paseo agradable y aunque son 16€/persona
(los niños hasta 14 años entran gratis), se puede ver la Sevilla moderna y la
vieja: La Torre del Oro, La Plaza de Toros (no se me olvide apuntar que aquí
hay vida nocturna), el barrio de Triana, así como la parte “moderna” como los
edificios de la Expo del 92 y los diferentes puentes que cruzan el río.
Os podría poner fotos del trayecto... pero mi cámara es una patata y salieron fatal las fotos ya que lo cogimos al anochecer!
Por último, si
sois exploradores y os gusta descubrir lugares diferentes, podéis caminar hacia
el relax en una de las zonas que más me gustó: una pequeña plataforma sobre el
río en la que puedes tumbarte (y ver pasar naranjas flotando), y ver el puente
que va hacia Triana.
Otro de los parquecito se encuentra cerca de la zona de la
Expo del 92, con el auditorio municipal Rocío Jurado.
¡Quedan numerosos
lugares que visitar y platos típicos que probar!
¿Os apetece un finde
Sevillano?
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